Para Barú

Acuarelas, Arte, Watercolor

Son las 5:20 a m.  Voy viajando con mi familia a Barú.  Llevo mis acuarelas y voy con la intención de pintar. Le pido a la Vida, nos acompañe y nos conceda la posibilidad de divertirnos sanamente y de pintar. Estaré informando.

Llegamos al destino a eso de las 9:30 a.m. Quedé fascinado con los azules profundos del mar y la blancura de la playa. Me dediqué a dejarme impresionar en primera instancia. Di apertura a toda mi sensibilidad visual. Me extasié. El gran reto consistía en plasmar lo captado en ese instante por mis sentidos, sentí miedo de no lograrlo.

Vista playas de Barú

Empecé a estudiar mi ubicación y hacía donde ubicaba mi centro de visión. Me di cuenta que mirar de frente permitía un mejor detalle del mar y la playa. Observar en ángulo, como que alejaba más el horizonte y el detalle era menor por el efecto de perspectiva. Me decidí por sentarme de frente al mar y a la playa. Haría una vista frontal, con un punto de fuga en el horizonte y en el centro de la hoja.

El dibujo consistía en una línea de horizonte arriba del centro de la cartulina, eso permitiría apreciar 2/3 para océano y playa y 1/3 para el cielo. En los 2/3 había que plasmar el azul profundo ultramarino de la parte más lejana mar, el azul verdoso de la parte media del mar y la parte adelante del mar en una franja donde se entremezclan las olas, el azul verdoso ya más claro, con la arena clara revuelta de la orilla de la playa. La franja más cerca a mi sería la arena blanca de la playa.

Dibujo Barú

La entremezcla y degradación del azul profundo, pasando por las diversas franjas hasta llegar al blanco de la playa fue lo que me cautivó.

Mientras elaboraba el dibujo, realizaba el estudio de posibilidades de aplicación de colores. Los dos estadios de la pintura se complementan.

Empecé con el azul del cielo, tiré las primeras veladuras, procurando dejar un azul claro definido al fondo sobre la línea de horizonte que se iba degradando hacia arriba o más bien ir dejando áreas blancas del papel cada vez mayores hacía arriba para representar las nubes. Ese efecto daría profundidad a la pintura.

Posteriormente seguí con el reto principal: pintar el océano con su diversidad colorida. Comencé con veladuras de fondo hasta ir aplicando capas más intensas arriba e ir acentuando los tipos de azules y la mezcla con la arena. Dejé en blanco las olas propias del mar y las creadas por las embarcaciones. Todo ese proceso se realizó con acuarela húmeda, para facilitar los tránsitos de los diferentes azules y la mezcla con la arena.

Una vez logrado el efecto deseado, pasé a las personas disfrutando de la playa, para estas utilicé los colores burnt siena y burnt umber, dan un contraste quemado, propio de una escena con mucha luz y cálida, así es el trópico. En cuanto a la composición de los personajes, procuré dejar en el centro a los dos chicos que están agarrados por las manos, indica acción en grupo cercana. Y también en el centro, pero atrás, la lancha con tres personas a bordo, conforman también acción en grupo. El resto de humanos están más sueltos; el joven adelante denota contemplación, lo mismo que la chica que está al lado de los dos chicos centrales. El resto de personajes tienen menos importancia, aunque en conjunto, brindan la sensación de disfrute. Por último se pintaron las dos embarcaciones del fondo.

Pintando en la Plaza de la Paz

Acuarelas, Arte, Watercolor

Ayer viernes 28 de enero me fui nuevamente a la Plaza de la Paz a eso de las 3:30 p.m., En esta ocasión pinté las escena desde el centro hacía el fondo al oriente; la plaza termina en el Banco de la República de Colombia, caracterizado por su fachada blanca con ventanales oscuros y el sol dando directamente sobre esta.

Pintar implica transformar la visión en 3D percibida por los ojos a representarla sobre una superficie (en 2D). El enfoque producido por los ojos en puntos específicos del escenario enfrente, que permite detallar donde se posa la vista y desenfocar el resto, permitiendo lograr cierta profundidad en el campo de visión específico; es una proceso natural de los humanos. Representar en una pintura, implica escoger puntos de interés, detallarlos y dejar otras áreas de menor interés con poco o ningún detalle.

Ayer, me interesé en el cierre de la plaza allá al fondo en la fachada blanca del Banco de la República, y delante en la fuente de agua que se constituyo en un reto, ya que el agua es demasiado dinámica y brindar esa sensación de movimiento es complejo.

Comencé por el dibujo, el esqueleto o estructura de la pintura. Mientras dibujaba, estudiaba las posibilidades de la pintura. Abajo imágenes de la plaza tal como se encontraba a eso de las 4 p.m. y a la derecha el boceto.

Una vez estudiadas las posibilidades de traslado a la pintura, comencé por el cielo, preparé tono con azul ceruleo, verde y raw siena. Al aplicarlo me di cuenta que faltaba más azul para crear un mayor contraste con la fachada del banco, lo aumente. Seguidamente trabajé los verdes de los árboles al fondo sin mucho detalle y un poco más a las palmeras de la derecha. Volví sobre la fachada del banco y pinté sus ventanales y las sombras.

Listo el fondo, empecé a jugar con el agua de la fuente, primero una veladura azul parecida a la del cielo en aquellas áreas donde no había reflejo blanco, para después con algunas ondas reforzar sobre el azul. Dejé ahí y me dediqué pintar las figuras humanas; detallé las de la derecha y menos las de la izquierda que estaban más lejos. Las personas son las que le dan vida a la pintura, procuro crear colores intensos y que generen contraste con el resto de la escena.

Por último me dediqué a trabajar en el agua de la fuente, el reflejo del cielo y el edificio del fondo, la reflexión de las paredes de la fuente y los tubos que suministran el agua. Finalmente trabajé en los chorros de agua proyectados, en unos momentos con veladuras azul verdosa, en otras dejando el blanco del papel y en otras rasgando el papel. Ahí terminé la acuarela ayer. Me eché unas dos horas y media en su ejecución, me tocó venirme a terminar en el estudio, debido a que la noche ya estaba entrando.

Terminé en el estudio, el detalle del agua de la fuente y su movimiento, las figuras humanas del primer plano y las luminarias. Quedé satisfecho con el efecto logrado en el agua de la fuente. A pesar que en la realidad los chorros y el reflejo eran de color gris claro, en la acuarela los dejé en blanco, lo cual acentuó su dramatismo.

Percibir, dibujar, componer y pintar

Acuarelas, Arte, Watercolor

Percibir

En el día de ayer en la tarde, me fui a la plaza de la Paz en Barranquilla, Colombia, con mis acuarelas.  Me senté al final de esta con el propósito de pintarla.  Al fondo se levantaba la Catedral Metropolitana, en un precioso contraluz con la luz de la atmósfera que iba desde el cielo hasta la reflexión en el piso.  A los lados, los árboles emmarcaban la plazoleta y en la misma, la generación de movimiento compuesto por los personajes en sus diferentes actividades: patinaje, niños con sus padres, paseando al perro, y con menor detalle, personal caminando sobre la plaza y otros descansando a la sombra de los árboles.

Dibujar y componer

Dibujar sería trazar la estructura de la pintura. Ubicar en el área de trabajo las diferentes formas, de tal manera que como conjunto integrado me impactaran e impactasen estéticamente al observador.

Al dibujar decidía con qué me quedaba y qué desechaba.  Decidí dar la importancia visual, tanto a la luz proveniente del cielo y su reflexión sobre el piso por un lado, y por el otro, al frontón de la catedral con sus hermosos vitrales, quedando este en un plano intermedio entre el cielo y el piso, destacando así el hermoso contraluz que venía hacia mis ojos.  Genere la actividad en el primer plano, detallando los humanos en sus distintas poses.  A los árboles, autos y personas del fondo les quité protagonismo visual, fueron realizados sin detalle, serían los complementos de la composición visual plana.

Mientras dibujaba, me dejaba impresionar por la luz, la atmósfera y los colores de la escena, a la vez que estudiaba como aplicar los tonos de mi paleta.

Pintar

Una vez dibujada la estructura y estudiada la composición visual, empecé a colorear.  Primero la luz atmosférica, compuesta por luz amarilla y algo de azul ceruleo con mucha agua; como el sol se encontraba a mi izquierda, de ahí que la parte más clara estuviese hacía ese lado. Apliqué el amarillo muy claro desde la esquina superior izquierda hacia la derecha y hacía abajo, luego sin esperar a que se secara, apliqué el azul ceruleo muy claro de derecha a izquierda y de abajo hacia arriba, fundiendo ambos colores. Estos dos tonos fueron aplicados en la totalidad del cuadro y se constituyó en lo que llamo el alma o atmósfera de la escena.

Seguidamente pasé al frontón de la catedral, el cual debía crear el mejor contraste con la luz, fui aplicando diferentes veladuras hasta llegar al tono deseado, resaltando los vitrales del mismo. Se oscureció la parte debajo del frontón para dar esa sensación de profundidad. y resaltar las columnas y puertas.

Ahora había que pasar a los árboles, autos y personas al fondo sin detalle y terminar dando vida a los personajes del primer plano en la plaza. La vida se logra representando las cotidianidades de los seres con existencia propia: humanos, animales y vegetales en sus diferentes poses.

César Bertel

Acuarelas, Arte, Watercolor

Esta tarde recibí una llamada del Maestro César Bertel, colega acuarelista radicado en Bogotá, miembro activo de la Sociedad Internacional de Acuarela IWS en Colombia, a quien tenía rato y no me entrevistaba con él. Fue muy grato el encuentro, hablamos de diversos temas de interés, estrechando los lazos de amistad y de colegas.

Acuarelas de César Bertel

Se puede ver su obra completa en: https://cesarbertel.com/

A continuación algunas de sus obras

Sus obras reflejan la paz y la alegría interior que se vive en la madre naturaleza, en la Pachamama. César escribe en su página: «Pintar la selva y el paisaje natural, es un incansable ejercicio de observación y un infatigable amor por la naturaleza«.

Acuarela: la danza del instante sobre el papel

Acuarelas, Arte, Watercolor

Su técnica

La acuarela es una técnica pictórica que se realiza sobre papel o cartulina especial, utilizando colores que se disuelven con agua. El material utilizado consiste en pigmentos aglutinados con goma arábiga o miel, que al ser mezclados con agua, le permiten al artista aplicar toda una gran diversidad de colores y tonalidades, unas casi puras y otras muy diluidas, pasando por una gran riqueza de tonos intermedios, que crean numerosos efectos propios de esta técnica.

Me gustó la técnica por su transparencia en la ejecución, que se logra por la aplicación de capas transparentes, lo que da una mayor profundidad al color. Generalmente se trabaja de los colores claros al oscuro y utilizando el blanco del papel para obtener efectos de luminosidad. La mezcla con agua permite crear áreas degradadas, uniformes o de superposición y toda una serie de efectos, algunos impredecibles, que se constituyen en la gran riqueza de esta maravillosa técnica. Los efectos impredecibles permiten desarrollar destrezas para su ejecución. De ahí surge la espontaneidad, que junto a su rapidez de ejecución se constituyen en características de gran valoración. En la acuarela no hay posibilidades de borrar y volver a pintar sobre lo borrado; lo que quedó, así queda.

La pintura a la acuarela es por excelencia una técnica altamente fluida, apropiada para captar el aquí y ahora, en especial cuando se pinta al aire libre. Aquí juega un papel clave la sensibilidad del artista.

Sensibilidad visual

La cotidianidad y los compromisos adquiridos, nos pueden llevar a opacar nuestra sensibilidad. Entendiéndola como la habilidad de percibir a través de los sentidos. La sensibilidad es la entrada al mundo interior, después vienen el pensamiento y la acción. Desarrollar sensibilidad es estar abiertos al mundo, es estar presentes ante las presencias que nos pone la vida, sintiéndolas; es vivir en el aquí y el ahora.

Tenemos tres canales sensoriales fundamentales por donde percibimos la información: El músico desarrolla y permite a los demás apreciar la sensibilidad auditiva; el actor y el danzante la sensibilidad corporal y los artistas plásticos la sensibilidad visual. La auditiva y la corporal perciben en secuencias, mientras la visual captura en totalidad, es global.

El artista visual ha de ser muy sensible, tener la habilidad de ver lo que otros no ven y tener una maestría en la ejecución de sus pinturas, de tal manera que impacten estéticamente en los observadores de sus trabajos. Los artista cumplimos una función social importante: permitir que los demás perciban y sientan en sus obras lo que a ellos por sí mismos se les dificulta apreciar. Los artistas enseñamos a percibir.

El ojo del artista visual se desarrolla de tal manera que lo convierte en un filtro de figuras, luz, sombras y colores, en ocasiones cierra o entorna los ojos para apreciar sólo lo esencial y en otras los abre más de la cuenta para distinguir los detalles.

Sensibilidad y manejo de la técnica

En la pintura a la acuarela, dadas las cualidades de espontaneidad y rapidez en la ejecución; exige al artista el desarrollo de habilidades donde juegan la sensibilidad visual por un lado y por el otro la habilidad adquirida en el manejo de la técnica.

Con su sensibilidad ha de advertir tanto la amplitud como la síntesis del escenario. Generalmente en esa determinación comienzo por captar la integración de la totalidad que se percibe en lo que llamo el alma de la escena, que es todo ese espacio vacío que va desde el fondo hasta mi pupila. Para el caso del paisaje, dicho lugar se extiende desde el cielo hasta mí. En ese espacio vacío se crea una atmósfera donde danza la luz con sus refracciones y reflexiones, con su propio clima y con las proyecciones sobre ese espacio de las auras de las figuras que están delante. Captar esa atmósfera es fundamental y da un carácter específico a la obra. Antes de empezar a pintar me extasío ante esa realidad y a la vez estudio las posibilidades de manejo de la técnica antes de su aplicación. Una vez percibido y comprendido el alma, ya puedo pasar a plasmarla con las acuarelas y el agua sobre la cartulina, así pinto el fondo, retroalimentando durante su ejecución con lo que quiero de la realidad. Una vez realizado el fondo, paso a pintar los auras de las figuras, con veladuras que las insinúan. En cuanto a las figuras, se ha de determinar con cuales me quedo y cuales de la realidad desecho; que formas traslado y cuales no; demasiadas figuras pueden recargar la acuarela; ahí son imprescindibles las posibilidades de la composición visual y la síntesis. En arte «menos es más», como nos enseña el minimalismo, sintetizar es recurrir a lo simple, a lo esencial, lo que está demás recarga e indigesta visualmente. Una ves escogidas las figuras y pintadas sus auras con veladuras claras, se determina a cuáles de ellas se les concede importancia visual para detallarlas, mientras que con el resto de figuras, a unas se les determina menos y otras se indeterminan.

Recorrido por las diferentes etapas mi pintura

Mi pasión por la acuarela artística viene desde mis estudios de Arquitectura en la Universidad del Atlántico, allá en el año 1976. Me inicié en la acuarela arquitectónica, de ahí pasé al paisaje urbano de Barranquilla, mi ciudad natal, después de un período de inactividad retomé con pintura abstracta, pasando por representaciones humanas en sus distintas poses y actividades, luego a paisaje rural y marinas, al igual que el paisaje urbano en diferentes ciudades colombianas y en una ocasión en Quito, últimamente he estado jugando con visiones interiores tal y como lo expliqué en mi primera entrada. Paralelo a esta actividad espontánea, también he realizado ilustraciones por encargo: de fachadas y otros elementos arquitectónicos, además escenarios ecológicos, culturales y de transporte; algunos inmersos en pósteres con su respectivo diseño gráfico.


Sueños lúcidos y retorno a la Acuarela

Acuarelas, Arte, Watercolor

Entré a hospitalización por covid el 30 de diciembre de 2020 y salí el 5 de enero de 2021. Los primeros días fueron de mucho temor, la segunda noche antes de conciliar el sueño, tuve la visión de una esfera que en una de sus apartes se convertía en un elemento tubular zigzagueante, al llegar muy cerca de mí, pude apreciar en su punta, la cabeza de una serpiente. Por la mañana boceté su estructura, que después se convirtió en la primera acuarela del año. En las siguientes noches percibí las estructuras de las siguientes acuarelas.

Desde el 2017 no pintaba, lo clave de estos momentos críticos y a la vez gloriosos, fue el despertar de un fuerte ímpetu por volver a pintar. Una vez en casa y en recuperación, desempolvé mis materiales y encargué los que me hacían falta. Mientras, estudiaba como materializar lo vivido, bocetarlo, hasta cumplir mi objetivo plasmando las primeras acuarelas del año.

De ahí he seguido pintando, emergió la necesidad de ampliar mi trabajo y proyectarlo en mi propio sitio web que hoy estoy presentando. Como soy docente de artes plásticas del sector oficial, tenía que sacar tiempo para pintar, que no interfiriera con mis compromisos. En semana santa viajé a Cartagena, elaboré 5 pinturas. Otro fin de semana fui con mi familia a Caño Dulce y realicé 2 acuarelas. Hice una acuarela por encargo del Paseo Bolívar en Barranquilla y dos más de una vista del Río Magdalena desde el Caimán del Río y otra del Teatro Rex de antaño extraída de fotografía, ambas representadas en vistas de Barranquilla.

Al finalizar el año y ya en vacaciones de la escuela, me fui a Puerto Colombia donde saqué una colección de sus playas.